Descalzo, humedecida mis manos de horror
perdido en la niebla.
lamento en medio de este bosque,
Desde el pensamiento
hay celdas que esperan
y pretenden que el mundo sea justo.
Vestido de cordero,
me veo en sus harapos
para confundir a las bestias salvajes.
Me pierdo en el sendero,
doy rienda a mi libertad,
soy vigilado, reprimido.
Derramar sangre !no!
Mis antepasados lo intentaron,
asesinando sus esperanzas
en los campos de batalla,
en ellos envolveré este nuevo día.
Sobreviviente de todos los agravios,
confundiendo a la roca y el olvido.
Ríos de pensamiento
van conmigo cada noche
sin encontrar una respuesta.
Busquemos ganar batallas
sin derramar la sangre.
No abandono la espada
de la sabiduría
ni los caminos que conducen
a la libertad.
Luis de Alfonso.
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