Reminiscencias de ayer,
Perdido en los hilos de la vida,
me conducen a la muerte.
quienes me aman no conocen
la existencia de estos hilos.
Mis ojos ven
la felicidad que me espera.
después de muerto,
Me animo, y busco los hilos,
para sonreír en mi mundo,
no sé más decirles,
Al despertar,
por la mañana sonrío,
mi lecho humedece mi cuerpo.
Mis lagrimas duermen
en tu corazón, mi corazón,
amada mía.
¿Percibes al monstruo de la oscuridad
que pasa por ti? No.
La memoria del silencio atravesó
la muralla de la vida.
Es una ola sangrienta,
y mi corazón resonante,
trasmuta el pensamiento,
y mis cabellos ondean
en la sombra nopturna.
No te conozco
tú me conoces,
los dos nos herimos ,vida, muerte.
Luis de Alfonso.
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