Desconozco
Que soy preso del caudillo,
explotada mi fuerza.
Engañando con un misero sueldo,
reclamo mis derechos.
Me invitas a trabajar
asechas mi agonía.
Reclamo el pan que me pertenece
me das de beber, palabras,
y vomito de impotencia.
Ni un segundo respiro
soy bestia de carga.
Mis derechos, mi coraje,
es ignorado,
indignado vuelvo a la celda de huesos.
Mi humildad encerrada en la fortaleza.
A esperar un nuevo día.
Luis de Alfonso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario