Escribo, porque no cabe más en mi boca.
Tu nombre.
Empiezo a vomitar tus besos
Que saben a hiel.
Conozco tus besos,
Cuando se une entre el mar y el cielo,
Y tus mil caras sonriendo.
He visto tu alma en mi alma
Entrando en mi corazón
Arañando mí libertad,
Mis palabras descuartizadas de impotencia
Arañan mi pecho.
Y mis tímidos labios entregaban.
Candidez.
Y se escapa mi nombre de tus garras
Desoladas,
Luis de Alfonso.
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