Amada te quedas,
Me voy eludiendo la ofensiva
Es hermoso, igual que reír,
Te digo, es más dulce un dolor
Que tus halagos.
Son perdigones perdidos de tu alma.
Mi corazón está roto, aun amo tus recuerdos.
Es difícil hallar un beso en tu presencia.
El viento recoge mis agonías
Rotos por tu orgullo.
Mi risa camina presa de tu infancia
En está celda de recuerdos
Tus besos son barra de hierro y pierdo la fe,
Abro un camino nuevo, ávido al alba.
Hermanos, aunque os golpee las manos
Que acaricio tu cuerpo?
Y pida compasión
Y arañe tu carne, no lloréis.
Y si llegaren los sucios recuerdos a invadir tu sueño.
De las noches canallas que te dio ese ser
Abrid tu pecho y mirad que hay libertad.
Luis de Alfonso
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