hiere ver cómo aborrece el amo,
oculta la mirada.
lágrimas del camino
derramadas,caen en la vieja sombra.
en la espalda del trabajador
hay dolencias,
nadie me ama por ser negro,
me consideran sanguinaria carga,
quieren mi muerte.
cristo
por el suelo rueda tu seguidor
y tu mano no llega a levantarme,
blasfeman tu nombre y el mio,
soy castigado por mi propia fe.
respiro para gritar ¡cristo!
creen que soy impío
mi lengua es castigada.
¡tu no existes cristo!
a mi espalda claman mis seguidores,
lagunas se funden en mi culpa
mis manos ya no imploran a ti.
cristo
imploran a los que me castigan.
Luis de Alfonso
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